¿¿DE PARTO??

¡¡Primeras contracciones!!

Una semana después de mi VCE, estaba viendo la tele por la noche y empezaron las contracciones (preparto), era como un dolor de regla pero más fuerte, por lo que se podía aguantar, de momento... 

Es una situación curiosa porque claro, no sabes si son las famosas contracciones de Braxton o ya llega el momento, pero empecé a contar el tiempo entre ellas y cada vez serán más frecuentes y un poquito más dolorosas. 

Dejé pasar unas dos horas con ellas y avisé a mi marido que estaba durmiendo. Me duché y acicalé con tranquilidad. Ya eran las 3 de la mañana. 

Estaba muy tranquila, se acercaba el momento de conocer a mi hijo y tenía muchísimas ganas. 

En mi caso, al estar de nalgas, no tenía que esperar a las verdaderas contracciones en casa, ya que no iba a tener un parto vaginal y no había que sufrir en vano. Me dijeron que cuando notara las primeras, aunque no fueran de parto, acudiera al hospital igualmente. 

Cuando llegamos al hospital fue muy gracioso porque las contracciones decidieron parar, me explicaron que todo era normal. 

Cuando pasé al tacto, ya había borrado el cuello del útero y estaba dilatada de 1 cm, aunque era muy poquito, quería decir que las contracciones que había notado en casa habían hecho algo. 

Me ofrecieron quedarme ingresada a esperar o volver a casa. Decidimos volver. Eran las 5 de la mañana. 

Al día siguiente tenía revisión a las 9 allí mismo así que nos fuimos a dormir un poco. Yo estaba muy tranquila todavía. Me recomendaron descansar y por la mañana decidirían qué hacer, aunque estaba claro que la cesárea programada se iba a adelantar. 

La verdad, yo aún seguía teniendo la esperanza de que Adri se girara en el último momento porque siempre me lo decían, que hay bebés que se giran en el momento del parto. 

A la mañana siguiente acudí a la consulta. Primero monitores, donde no había ninguna contracción. Y después pasé a la ecografía y al tacto vaginal. 

En la ecografía se veía que seguía en su posición habitual, aunque tú lo sabes porque lo notas siempre, pero tienen que comprobarlo así. 

Pero cuando llegó el momento del tacto, hubo novedades... ¡¡Estaban los pies de Adrián allí!! 

HABÍA METIDO LOS PIES EN EL CANAL DEL PARTO 

La doctora me dijo:

- ¡Pero bueno! ¡¡Si estoy tocando las plantas y los deditos!! 

Imaginad mi cara. 

Mi niño quería nacer de pies y quería nacer YA. 

Ya no había vuelta atrás, tenía que ser cesárea programada. No podían arriesgarse a que me pusiera de parto en casa y que fuera una cesárea de urgencias, es mucho más caótica y más peligrosa también. 

Me mandaron a casa con la condición de no hacer esfuerzos y no caminar demasiado para que no se adelantara todo. 

A las 8 de la mañana teníamos que estar allí, con todo listo para la llegada de nuestro bebé.  

Aquel día estaba de 38+3.